Año 2, Número 7.
William Alfredo Chay Canul
Desde el 2021, en el municipio de Tizimín, Yucatán, Operación Bendición México A.C. inició el desarrollo de huertos comunitarios con enfoque agroecológico para fomentar la seguridad alimentaria, en comunidades con algún grado de inseguridad alimentaria. En el 2022, contemplando la carencia alimentaria en las comunidades del estado de Chiapas, se decidió replicar el programa de huertos comunitarios agroecológicos en dicho estado, para ello se seleccionaron cuatro comunidades con niveles leves a graves de inseguridad alimentaria de acuerdo con la escala de experiencias de inseguridad alimentaria de la FAO.
Se eligieron comunidades pertenecientes al municipio de Berriozábal, Chiapas, las cuales fueron San Isidro, Rio Blanco, Benito Juárez y El Mirador, para dicha selección se aplicaron encuestas relacionadas a la alimentación y prácticas agrícolas en la comunidad. Luego se procedió a dialogar con las autoridades de cada comunidad y tomar acuerdos con los miembros de la comunidad que participarían en el huerto comunitario. El caminar de los huertos comunitarios agroecológicos inició con un ciclo de capacitaciones (introducción al huerto, nutrición del suelo y manejo del huerto). También se creó un comité del huerto en el cual se designaron los roles y responsabilidades para el cuidado del huerto.
Para el diseño y construcción del huerto comunitario la participación de la comunidad fue clave, para ello se compartieron con la comunidad diferentes diseños de huertos, así como, los materiales y necesidades de éste. Así fue como los y las participantes imaginaron su huerto y lo plasmaron en un boceto que luego serviría como plano en la construcción. Luego con el apoyo de todos se construyó el huerto comunitario, al finalizar se realizó un festejo como inauguración del espacio, considerando dicha actividad importante para la integración y el reconocimiento de la comunidad.
En cuanto a la agrobiodiversidad del huerto comunitario agroecológico, en cada uno se ha buscado mantener el mayor número de especies y familias de hortalizas, plantas medicinales y aromáticas, así como cultivos de la milpa, en los huertos se ha logrado registrar la presencia de más de 42 especies, por ejemplo, en el huerto comunitario agroecológico de San Isidro, un grupo integrado por mujeres, cuenta con una gran variedad registrada tales como; chile criollo, perejil, lechuga orejona, arúgula, ejote verde, lechuga roja, vic, epazote, hierba mora, pápalo, cebollín, ajo, zanahoria blanca, albahaca limón, chile de árbol, yuca, maíz morado, haba, frijol de guía, verdolaga, limón, hierba buena, tomatillo, tomate citlali, cardo santo, flor de cempasúchil, sábila, romero, acelga, orégano, chile habanero, nopal, hinojo, cilantro, zacate limón, bledo, rábano, chayote, flor de mayo, nabo y zinnia. Igualmente se ha podido observar la presencia de insectos benéficos en el huerto, entre catarinas, mantis y lombrices de tierra, al igual que abejas nativas.
Así mismo, se han buscado fortalecer elementos claves para que las comunidades puedan caminar a través de la agroecología a la soberanía alimentaria, como la producción de sus propios abonos orgánicos y la creación de su banco de semillas. En la comunidad de San Isidro han aprendido del ciclo de producción del huerto, han visto que hay momentos en que el huerto no es muy productivo en alimento, pero si en semillas y se han dedicado a su cosecha, las cuales les han permitido iniciar un nuevo ciclo productivo con su propia semilla, la cual venden y también donan a otras mujeres que están iniciando su huerto en casa. La comunidad de San Isidro se encuentra a 30 minutos de la capital de Chiapas, lo cual les ha permitido ser un espacio para compartir experiencias de las mujeres en la agroecología, como lo fue el encuentro número 24 de la Red Chiapaneca de Huertos Educativos entre otros.
Estas experiencias permiten comprender las aportaciones que la agroecología hace como forma alternativa de producción agrícola alimentaria, una alternativa ante modelos productivos que solo se centran en el capital y no en la salud de las personas y del medio ambiente. Como menciona Jaime Morales, es necesario construir agriculturas para la vida, agriculturas para el buen vivir, como lo es la agroecología además las múltiples crisis que enfrenta la humanidad requieren de la construcción de ecocomunidades para poder ser afrontadas desde un contexto local, por ello la importancia de fomentar los huertos comunitarios agroecológicos, para contribuir a la seguridad alimentaria.