Sierra de Amula, Jalisco
Hacer periodismo desde las regiones es distinto a hacerlo desde la metrópoli, pues significa descentralizar la información y mostrar que también ocurren acontecimientos importantes en los municipios al interior de los estados, en este caso, quiero referirme concretamente a Jalisco. Generalmente, las noticias se concentran en lo que acontece en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), mientras que, lo que pasa en los demás municipios de la entidad, suele ser invisibilizado a menos que suceda alguna situación grave de inseguridad o algo muy impactante como un incendio o desastre hidrometeorológico, por mencionar algunos ejemplos que llaman la atención de los medios estatales.
Pero es importante voltear y ver más allá, pues en zonas como la Sierra de Amula y la Costa Sur de Jalisco hay distintos medios de comunicación, por ejemplo, Letra Fría. Considerado como el primer medio nativo digital en dichas regiones, éste tiene su sede en Autlán de Navarro y es un portal periodístico que el pasado 18 de marzo de 2025 cumplió su decimotercer aniversario. Durante estos años Letra Fría ha abordado infinidad de temas.
Personalmente he tenido la oportunidad de formar parte del equipo, de una u otra manera, durante 12 años. En este tiempo, me he permitido explorar áreas de mi interés, pero no sólo eso, sino temas que resultan importantes tanto para las regiones, como para las y los colegas de la capital del estado. Entre esos temas, por supuesto que destaca el medio ambiente y la salud pública, áreas que se involucran en la agroecología, práctica que he seguido de cerca como periodista desde 2019. Sin embargo, mi aventura con esta área comenzó como tesista de licenciatura durante mi estancia en Argentina en 2015, cuando visité huertos familiares como parte de mi trabajo de campo.
Hacer periodismo en Autlán, El Grullo, El Limón, San Gabriel y más municipios del Sur de Jalisco no ha sido una labor sencilla. Desplazarte, documentar, investigar y entrevistar suele ser visto como un acto inoportuno, pues en los municipios no están acostumbrados a la presencia de los medios de comunicación o periodistas, porque, como dije al inicio, la mayoría de la información se concentra en la Zona Metropolitana de Guadalajara, por lo que en el resto de los municipios suele ser todo un reto.
La obtención de información a cuentagotas, el rechazo en las entrevistas y la inseguridad son algunas de las situaciones que se viven, pero, cuando un tema o caso vale la pena, insistimos para poder contar esa historia. Somos conscientes de que probablemente esa noticia o reportaje no saldrá en medios estatales o nacionales, pero es importante para la comunidad y puede que poco a poco logre incidir e impactar hasta convertirse en un agente de cambio.
Sin duda, Letra Fría ha abierto camino pues al inicio, a pico y pala, buscamos ganarnos nuestro lugar con las audiencias de la región como medio de comunicación cercano con las personas, un espacio de denuncia y de confianza para contar sus problemáticas.
Un ejemplo de cómo se ha podido incidir desde el periodismo, ha sido documentar los efectos de la agroindustria en el valle que abarca Autlán, El Grullo, El Limón e incluso más allá, pero también contar la resistencia a través de los procesos de transición agroecológica en varias zonas de la región.


De Dulce López
Conoce más de su trabajo en https://www.dulcemlopez.com/
Un caso muy sonado fue el de las niñas, niños y adolescentes que presentaron diversos agroquímicos dentro de su organismo en la comunidad de El Mentidero, ubicada en Autlán. El seguimiento y difusión periodística de este hecho tuvo diversos impactos no sólo a nivel local, sino estatal e incluso nacional.
Resumen del caso El Mentidero
Lo que más destaca en el municipio de Autlán es la producción de hortalizas como jitomate y variedades de chile, así como maíz y caña de azúcar, que rodea todo el valle y el municipio vecino de El Grullo. Casi en medio de estos dos municipios está la comunidad de El Mentidero con una población de 1 mil 399 habitantes, de acuerdo con datos del Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG) en 2021. La población está cercada por todos lados de parcelas agrícolas.
En esta práctica económica el uso de los agroquímicos es común, pues en esta zona investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS Occidente) determinaron durante un estudio que los productores de la zona de Autlán utilizan al menos 20 sustancias activas en sus cultivos, principalmente 4 tipos de herbicida: glifosato, 2,4-D, molinato y picloram.
Las evidencias de intoxicaciones agudas por pesticidas en menores de edad comenzaron a documentarse en 2018, cuando los investigadores de la UdeG Felipe Lozano, Aarón Peregrina y el investigador de CIESAS Occidente, Humberto González, decidieron tomar muestras en niños y niñas de la comunidad, como parte del proyecto “Causas de insuficiencia renal en niños de preescolar y primaria de la comunidad de El Mentidero”, con el objetivo de conocer si existían padecimientos de insuficiencia renal en un contexto diferente al de Agua Caliente, en el municipio de Poncitlán, en donde también se aplicó este estudio.


En los primeros meses de 2018, el muestreo se hizo en 178 niños y niñas de kínder y primaria de El Mentidero, de un rango de edad de tres a doce años. En este primer muestreo se encontraron al menos diez distintos tipos de pesticidas: glifosato, 2,4-D, molinato picloram, metomilo, emamectina, paration, lambda cihalotrina, malation e imazalil. El 100 por ciento de las niñas y niños presentó en su orina cuatro tipos de insecticida y uno de herbicida, mientras que el 97 por ciento registró glifosato y molinato en su organismo. Del resto de los plaguicidas se presentó en un menor porcentaje.


En un segundo muestreo llevado a cabo en diciembre de 2018, a 93 niños y niñas de kínder y primaria de la comunidad, se les detectaron siete tipos de plaguicidas. El 100 por ciento de esos niños y niñas presentaron seis de las siete sustancias activas y un 70 por ciento del herbicida 2,4-D.
Es importante señalar que, en este segundo muestreo, el 100 por ciento de los niños y niñas presentaron tres tipos de plaguicidas considerados altamente tóxicos en la misma muestra de su orina, de acuerdo con la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA), se trata de los químicos metomilo, emamectina y paration.
En 2019, a la toma de muestras de los niños y niñas de la comunidad se sumaron 53 adolescentes de la Telesecundaria Venustiano Carranza de El Mentidero, las madres de familia de estos y estas jóvenes pidieron a los investigadores universitarios que involucraran a sus hijos e hijas, debido a que manifestaban síntomas de intoxicación aguda, como irritación de la piel, ojos y garganta, náuseas, vómitos y diarrea.
En junio de ese año se tuvieron los resultados del grupo de adolescentes. Los resultados arrojaron la presencia de cuatro plaguicidas: glifosato, 2,4-D, molinato y picloram. Los investigadores determinaron en el documento de los resultados, que “los pesticidas pudieron haber llegado al cuerpo de estos y estas jóvenes por el aire que respiran, por el agua que beben, por tocarlos, cargarlos o aplicarlos y por el consumo de alimentos contaminados”. Es decir, en total en 2018 y 2019 se analizó la orina de 324 niños, niñas y adolescentes de la comunidad. Todos los resultados arrojaron alguno o varios de los agroquímicos en sus organismos.
El caso de las y los 53 adolescentes fue el que se difundió a través de medios de comunicación locales como Letra Fría, lo que significó sacudir a las instituciones y las autoridades. Luego de las primeras publicaciones, medios estatales y nacionales voltearon a esa comunidad enclavada en Autlán, pues había un caso interesante que no se podía ignorar.
Impacto de los agroquímicos y de visibilizar historias
El glifosato aparece en el mercado con nombres comerciales como Faena, Coloso, Sombra y Noble, que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el nivel de toxicidad está clasificado como ligeramente tóxico, sin embargo, algunos efectos inmediatos y de corto plazo de este pesticida en la salud humana son la irritación de la piel, ojos y garganta, cólicos abdominales, ansiedad, dificultad respiratoria, náuseas, vómitos, diarrea o debilidad.
Por otro lado, los efectos por contacto continuo o frecuente con el glifosato, son la probabilidad de contraer cáncer en forma de linfomas o leucemia, también es un posible alterador del equilibrio hormonal y puede desencadenar la enfermedad de Parkinson, según lo referido en los resultados compartidos por los investigadores universitarios. Estos químicos no solamente se encontraron presentes en la orina de los niños, niñas y adolescentes, sino también en el agua potable de la que se abastece la comunidad de El Mentidero, de acuerdo con un muestreo realizado por Luis Manuel Martínez Rivera, investigador del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara. En dicho muestreo, se encontraron niveles de nitratos que rebasan el límite de la NOM-127-SSA1-1994, que es de 10 mg/l (miligramos por litro), además de la presencia de plaguicidas como malatión y glifosato.
A partir de la difusión y documentación cercana del caso de El Mentidero en Letra Fría, pasaron dos años para que en agosto de 2021 la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) emitiera finalmente la recomendación 141, en la que se detalla que fueron seis las autoridades y dependencias estatales que incurrieron en la violación de normas, reglamentos o actuaron de manera negligente, lo que derivó en la vulneración del derecho a un medio ambiente sano y propicio para el desarrollo y bienestar de las niñas, niños y jóvenes de Jalisco.




Lo que en 2019 al revelarse las afectaciones a las niñas, niños y adolescentes de El Mentidero se veía como una lucha difícil de revertir, en 2022 se convirtió en realidad. Pues, luego de que el caso fue ampliamente difundido en diversos medios de comunicación de mayor alcance y gracias a las peticiones de las madres de familia, la presión de los investigadores universitarios y de personas impulsoras de la agroecología en la región, se desarrolló un proyecto de reconfiguración agroecológica en la comunidad.
Fue así, que a partir de julio de 2022 comenzó un proyecto de transición hacia la práctica agroecológica, llamada Reconfiguración Agroecológica, Alimentaria y de Salud (RAAS). Se trata de un proyecto interinstitucional y transdisciplinario, donde participan la Universidad de Guadalajara, el antes llamado CONACYT ahora SECIHTI y el CIESAS Occidente, promotores de la agroecología, así como la comunidad de El Mentidero y los niños y niñas de las escuelas.




Actualmente, en la parcela que afectó directamente a los adolescentes de la Telesecundaria Venustiano Carranza hay un huerto escolar que produce maíz, jamaica, calabaza, rábano, cilantro, lechuga, camote, entre otros cultivos, todo libre de químicos. Además, hay un jardín botánico con diversas plantas medicinales y de ornato. Lo cosechado va directamente al comedor de la telesecundaria y el excedente se le reparte a la comunidad estudiantil para que lo lleven a sus casas. Incluso esta telesecundaria en 2023 fue reconocida con el primer lugar en el concurso “Escuelas con Trayectoria Ambiental 2022”, precisamente por el proyecto de reconfiguración agroecológica y soberanía alimentaria implementado.
El caso de El Mentidero es un ejemplo de cómo es posible cambiar el rumbo de una problemática, y cómo a partir de la difusión periodística local y regional se pueden visibilizar casos, incluso crear todo un movimiento que desencadena la búsqueda de soluciones que merecen ser contadas.


Ilustración de Ingrid Leguer
Mayra E. Vargas Espinoza
may.vargase@gmail.com