Maria Vicente, Ana Marcos

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Portugal

Figueira de Castelo Rodrigo (FCR) es un municipio del nordeste de Portugal, situado en un territorio con baja densidad de población, cuya ocupación agrícola representa alrededor de la mitad de su superficie (Mapa de Uso y Ocupación del Suelo, 2018).

Pero, ¿qué significa esta estadística -que muestra que FCR es un municipio de base agrícola en términos de uso del suelo- para la vida cotidiana de los ciudadanos y la comunidad del municipio, en particular en términos de acceso a los productos locales y el desarrollo de la economía local/regional?

Un estudio reciente sobre los circuitos cortos agroalimentarios (CCA) en Portugal mostró que las zonas predominantemente rurales tienen una capacidad mucho menor para poner los alimentos locales a disposición de los residentes cercanos en comparación con las zonas predominantemente urbanas o suburbanas. Más concretamente, estos municipios tienen el menor número de puntos de acceso a los CCA y el formato predominante es la feria/fiesta, que es el tipo de iniciativa con menor índice de asistencia, se produce una vez al año y se dirige sobre todo a visitantes temporales.

Aunque el municipio de FCR no fue incluido en el estudio anterior, un análisis empírico de la realidad local sugeriría conclusiones similares. A modo de ejemplo, en FCR no existe ninguna iniciativa o mecanismo regular que permita a los ciudadanos el acceso directo a los productos de producción local, además de contar con un Mercado Municipal sin programación ni uso regular.

Esto refuerza la necesidad de comprender la complejidad de la dinámica de los ecosistemas agroalimentarios locales, incluido el comportamiento de consumidores y productores, y de identificar los bloqueos y las oportunidades que podrían obstaculizar o potenciar estos flujos alimentarios. Solo así será posible contribuir a informar a los responsables políticos y a las iniciativas comunitarias destinadas a promover sistemas alimentarios sostenibles, de una manera adaptada a las necesidades y preferencias de las comunidades y a las especificidades de los territorios.

Precisamente, a partir de esta preocupación y motivación, y con el objetivo de mapear las CCA locales y evaluar su trayectoria hacia la promoción de sistemas alimentarios locales sostenibles, nació el ciclo mensual de eventos «É Cá da Terra – Feira de Saberes e Sabores».

Antes de pasar a describir «É Cá da Terra», permítanos presentarnos y contextualizar los objetivos y la puesta en marcha de esta iniciativa. No somos investigadores, ni pertenecemos a una organización académica. Más bien, formamos parte de un equipo municipal -la Plataforma de Ciencia Abierta del Ayuntamiento de FCR- cuyo objetivo es utilizar la ciencia, la investigación y la innovación como herramientas para resolver retos locales y regionales. 

Como tal, la organización de «É Cá da Terra – Feira de Saberes e Sabores» (Es de la Tierra -Feria de Saberes y Sabores) trae consigo anhelos y deseos que, en nuestra opinión, contemplan objetivos duales pero complementarios:

  • Comunitarios y políticos: dar a conocer y valorizar los productos endógenos y sus productores en el municipio de FCR; estimular la economía local; reavivar el sentimiento de pertenencia y conexión con el territorio;
  • Científico y de investigación: mapear a los productores del municipio; establecer canales de comunicación directa y relaciones de confianza con los productores, lo que permitirá crear las condiciones para posibles investigaciones futuras sobre la CCA del municipio; construir credibilidad con la comunidad científica para el desarrollo de proyectos conjuntos de investigación participativa.

Volviendo a la iniciativa «É Cá da Terra», concretamente, consiste en un ciclo de eventos mensuales, celebrados en el Mercado Municipal de la FCR, que promueve la exposición, venta y consumo de productos locales, y que se basa en dos elementos centrales:

  • La valorización mensual de un producto (o conjunto de productos) endógeno – Producto Rei, como se ilustra en el cartel del ciclo de eventos (Figura 1); 
  • Y una exposición de una amplia gama de productos del municipio, coordinada por las parroquias del municipio.

Así, cada evento mensual se organiza en tres secciones: 

a) Producto Rey: espacio dedicado a la exposición, venta, degustación y demostración de un producto, o conjunto de productos, destacado cada mes.

b) Plaza: espacio destinado a la venta de productos endógenos de las explotaciones agrícolas y ganaderas del municipio de FCR. Este espacio está organizado por las Juntas Parroquiales, cada una con su espacio dedicado. 

c) Tasquinhas (pequeñas tabernas): espacio gastronómico, con énfasis en los platos basados en el Producto del Rey, organizado por las asociaciones del municipio. 

Teniendo en cuenta el papel clave de las Juntas Parroquiales, tanto en la identificación como en el compromiso con los productores de sus respectivas áreas de jurisdicción, el primer paso en la organización de «É Cá da Terra» fue contactar y reunirse con los Ejecutivos de las distintas Juntas Parroquiales. Posteriormente, se celebraron reuniones con los productores identificados en cada parroquia para dar a conocer la iniciativa y, lo que es más importante, escuchar sus preguntas, opiniones, motivaciones y preocupaciones. Estas reuniones fueron muy relevantes para crear una base inicial de participación y confianza. Además, para cada evento se estableció un contacto telefónico y por correo electrónico con todos los productores de Producto-Rei, seguido de una reunión para hablar del evento con más detalle.

Después de 10 eventos de la primera edición de «É Cá Da Terra», participaron 38 productores de «Produto-Rei» (es decir, productores con un CAE específico para el producto en cuestión) y 44 productores cuyos productos están a la venta en las parroquias. La mayoría de los productores tienen más de 50 años. No obstante, hay algunos productores más jóvenes, sobre todo en los sectores del aceite de oliva, las almendras y la leche. De las diez parroquias/uniones de parroquias del municipio de FCR, podemos decir que seis se implicaron activamente en la dinamización del espacio y de sus productores, con 10 a 12 productores/productos que participan regularmente en todos los eventos. En cuanto al público, aunque el número de participantes no fue constante, fluctuó entre 200 y 400 personas por evento, la mayoría de las cuales tenía más de 45 años.

Después de la primera edición de «É Cá Da Terra – Feira de Saberes e Sabores», que culminó con la organización de la primera edición de la Feria Agrícola Transfronteriza en FCR, en octubre de 2024 – y que contó con la participación de cerca de 80 productores y profesionales del sector agrícola – fueron muchas las reflexiones y preguntas que surgieron a partir de la misma.

En primer lugar, es importante reconocer que una de las principales fortalezas de esta iniciativa ha sido la posibilidad de mapear a los productores locales, la capacidad de involucrarse y el establecimiento de canales de diálogo y relaciones de confianza que antes no existían. Desde el punto de vista comunitario, este vínculo abre la puerta a la construcción de modelos de gobernanza bidireccionales y más cercanos a los productores. Desde el punto de vista de la investigación, permite romper prejuicios y abrir espacios de confianza y, en consecuencia, oportunidades para ciertos estudios que podrían haber sido vistos con cierto recelo, como la comprensión de las cadenas de producción de los productos locales y las trayectorias de las CCA. También es importante señalar que, aunque no estaba previsto en un principio, durante el ciclo de eventos se organizaron dos sesiones de taller/formación con especialistas en ámbitos agrícolas específicos (concretamente aceite de oliva y miel), que contaron con una gran asistencia de productores locales, lo que pone de manifiesto el interés y la necesidad de seguir organizando este tipo de sesiones de forma más objetiva y sistemática.

Por otro lado, también es fundamental reconocer, como ya han sugerido estudios anteriores, que el impacto económico de este tipo de iniciativas sobre los productores locales es relativamente bajo; que no parece que se produzca un aumento sistemático del consumo de productos locales por parte de los ciudadanos, dada la baja frecuencia de los eventos (una vez al mes); y que la dinámica entre productor y consumidor que se produce durante los días de los eventos suele limitarse a estos días, dada la falta de otros modelos de interacción más flexibles, a saber, otros puntos de venta más regulares y frecuentes en la vida cotidiana de los habitantes locales, u otras formas de adquirir productos, por ejemplo a través de cestas.

Sin embargo, para terminar con una nota constructiva y de futuro: al permitir la creación y el fortalecimiento de relaciones de proximidad y confianza, iniciativas como «É Cá Da Terra – Feira de Saberes e Sabores» abren la posibilidad de desarrollar mecanismos adaptados a las necesidades de las comunidades y a las especificidades de los territorios, y que puedan mejorarse con el tiempo, basándose en una lógica de diálogo y trabajo conjunto entre productores, consumidores, investigadores y responsables de la toma de decisiones.