Máximo Pizano Doroteo

En la comunidad de El Rodeo en la sierra del Tigre son muchas las prácticas que vamos rescatando de nuestras madres y padres para proteger la tierra, las semillas, para cuidar el bosque. Poco a poco hemos ido dialogando para recomponer el camino y cada una, cada uno desde su parcela, su predio, su casa vamos haciendo actividades que con el tiempo tenemos esperanza, nos ayuden a volver a las raíces.

Una de esas prácticas que se solía realizar en la comunidad era para proteger a los árboles de las temporadas de heladas que se tienen desde finales de noviembre hasta finales de marzo, temporadas en que, si no protegemos a los árboles jóvenes, éstos se mueren. Esta práctica es llamada soromuta. Una práctica de la Sierra que ya poco se trabaja pero que es importante compartir el saber para ir buscando estrategias agroecológicas que nos permitan cuidar y que al cuidar no caigamos en prácticas que no sean sustentables.

En una actividad de la Escuela de Saberes Rurales, nos dimos a la tarea de indagar qué compañero de la comunidad aún practicaba este saber, dado que recientemente tenemos árboles jóvenes y tenemos la necesidad de protegerlos, no queríamos usar plástico entonces coincidimos con el compañero Rogelio que desde hace unos años ha retomado la práctica de soromuta para proteger sus árboles jóvenes. ¿En qué consiste esta práctica?

A cada árbol se le construye su propia casita. Se van colocando los horcones, cuatro: uno en cada esquina del árbol, lo más cerca posible, posteriormente en la parte superior se colocan palos atravesados, para formar una estructura de techo, pueden colocarse de 3 a 4 palos. Previamente ya tenemos cortado zacate seco, del que crece en la parcela. Éste se va colocando en la parte superior, sobre los palos que forman el techo, se van acomodando de 2 a 3 capas hasta que se forma la casita.

El compañero le va construyendo a cada árbol la soromuta, protegiéndoles de las heladas. Mucho tiempo se ha creído que las heladas llegan por el tallo, sin embargo, hemos comprobado que, si protegemos los árboles desde la parte superior, salvamos el árbol completo. Creemos que la práctica de proteger por completo los árboles con plástico o costales probablemente ayuden, pero hemos tenido más pérdidas de esa forma que dejándoles respirar con la práctica de soromuta.

Nosotros y nosotras esperamos pronto heladas, estamos preparando el zacate y los horcones para proteger nuestro árboles jóvenes y seguir el saber que ha rescatado el compañero Rogelio, esperando que pronto, nuestras hijas e hijos sigan nuestro caminar.