Año 3, número 16
Jaqueline García López
Hace dos años Liz y Alejandro me invitaron a trabajar en el diseño y diagramación de Teocintle, gaceta agroecológica. Con el interés de trabajar en el diseño editorial, que es algo que me apasiona, acepté formar parte del proyecto sin tener entonces una noción de lo que era la agroecología.
Entre las charlas con Liz comencé a conocer más sobre el tema, después me invitó a acompañarles a El Rodeo en sus visitas a campo, la comunidad en la que acompañan procesos de transición agroecológica. Fue ahí que pasé de estar realizando un diseño frente a mi computadora a vivir de cerca la agroecología, fue entonces que los textos que alguna vez leí cobraron vida.
Conocí el huerto de Sagrario y probé el bote, el aguamiel y el pulque, conocí las historias de doña Jose y presencié las aventuras de las niñas y los niños por el bosque, en la Escuelita Agroecológica Pitenzin. Acompañé a construir las bases de una farmacia viviente en la parcela de don Max. Viajamos a Chiapas y a Nayarit y conocí las experiencias de otras personas que también luchan y apuestan por la agroecología y forman parte de este proyecto. Además, sembré mi primera semilla de maíz en la finca agroecológica Mayahuel, espacio de Liz, Alejandro y Aimara.
Poco a poco quienes conforman el equipo del proyecto de transición agroecológica se hicieron mis amigxs y conocí entonces distintas visiones, experiencias y quehaceres en torno a la agroecología. Es así como comprendí que no sólo se trata de una práctica, sino de un estilo de vida.
En cada diseño que construyo hay historias y miradas distintas; desde las mujeres campesinas que se dedican al hogar, al huerto y a la crianza de las niñeces; quienes cultivan, conservan y protegen una parcela que ha pasado de generación en generación; familias pulqueras que producen y fomentan el consumo de esta bebida tradicional, así como las infancias, quienes a través de papel y colores nos invitan a conocer cómo es la vida y convivencia en el campo. En cada número conozco una receta nueva, un sentir nuevo, una forma distinta de cuidar un huerto.
La gaceta agroecológica Teocintle es un espacio hecho por y para la comunidad, un espacio de difusión para que campesinas y campesinos se apropien de él, pero que también quienes les leemos aprendamos día con día de ellxs.
A través de mi trabajo en Teocintle he aprendido que no existe una sola agroecología, sino muchas agroecologías que fomentan el buen vivir, el trabajo y aprendizaje horizontal, el compartir los saberes de la madre tierra, pero, sobre todo, la resistencia.
Hoy se cumplen dos años de formar parte de este proyecto y al día de hoy mi intereses van más allá de la creación de un diseño nuevo mes con mes, hoy anhelo algún día tener mi propio huerto del que pueda cosechar alimentos sanos y que sean las personas que he conocido gracias a la agroecología quienes me acompañen en ese caminar.
