Lizeth Sevilla
Fue en el 2013, después de un periodo largo de caminar conociendo experiencias de campesinas, campesinos, pequeños y pequeñas productoras del sur de Jalisco, México, que Alejandro Macías y yo, nos fuimos planteando otros modos de encaminar cómo veníamos trabajando desde la Universidad, desde la academia.
Entonces nació Kuautlalli. Parcela de Investigación para la agricultura sustentable. Este espacio reunía diversas personas en un momento: estudiantes, productores, académicos y académicas que compartían experiencias sobre cómo llevar a cabo diversidad de cultivos ¿quiénes éramos? Personas con largo caminar en la búsqueda de alternativas para la agricultura y la alimentación, personas que buscábamos una tregua para frenar el ecocidio del mal llamado “Polo agroalimentario”, quienes buscábamos aprender de las sabias y sabios: las campesinas y los campesinos del sur de Jalisco.
Kuautlalli inició en una parcela que se nos prestó, en ese entonces por cinco años, sembrando maíces, hortalizas, nopales, amaranto también aprendimos a elaborar compostas, caldos para el cultivo… en un diálogo permanente aprendíamos de Doña Martha de la comunidad de Atequizayán, Mpio de Zapotlán el Grande y de la Dra. Claudia Castañeda, del CUSur-CITER, que en ese entonces nos enseñaba las bondades de la estevia. Aprendíamos los rituales del maíz de los campesinos de Atoyac y también de la experiencia académica del Ingeniero Héctor Delgado, que dialogaba de forma hermosa con los cultivos de maíz desde la semilla hasta el día de la cosecha.
Llegó el día en que nos movimos a la Posta Zootécnica del Centro Universitario del Sur. El sueño ahora era mostrar que en invernaderos se podía trabajar agroecología. Un proyecto de investigación nos dio la posibilidad de establecer siete invernaderos. Durante años trabajamos con grupos tanto de CUSur como de productores y productoras: pero también nos alcanzó el desazolve de la laguna.
Kuautlalli ahora ha migrado a la parcela de cada campesina y campesino que ha soñado con producir de forma agroecológica: echar maíces, hortalizas, árboles frutales, plantas medicinales, flores para las abejas y otros polinizadores, magueyes para salvarlos (sobre todo al cenizo, que padeció con el bosque en la quema insensata) crear y usar composta, dejar de matar a los seres vivos que llegan a la parcela.
Kuautlalli es ahora un ser que anda por la Sierra del Tigre, en la parcela de Doña Josefina, de Doña Chuy y Don Maximiliano y en el Valle de Zapotlán colindando con Tuxpan en la parcela de Don Manuel. Andamos viviendo otros sueños, sueños buenos de sanar la tierra, de establecer vínculos respetuosos con la vida que rodea la tierra, el bosque, el agua. No ha sido sencillo, son luchas interminables: una a la vez.