Para comenzar me gustaría brindar un poco de contexto. En la época mesoamericana al pulque se le consideraba sagrado, pero con la entrada de la época de la colonia, fue percibida como una bebida que sólo la consumían las “clases bajas”. Sin embargo, poco antes de La Revolución Mexicana se incrementó la producción del cultivo de maguey pulquero y elaboración del pulque. En años siguientes debido a intereses y descontentos de particulares disminuyó y con ello el surgimiento de “leyendas negras” difundidas injustamente acerca de su proceso de fermentación. Pese a lo anterior, el pulque persiste hasta nuestros días, si bien no como en sus años de máximo esplendor, su red de significados y su continua creación siguen vigentes. 

Alrededor del pulque se ha creado un discurso simbólico que glorifica la identidad mexicana, al ser vista como una bebida verdaderamente originaria de nuestro país. En la región sur aún hay presencia de producción de maguey pulquero y preparación de pulque, escaza en su mayoría. Sostenido por generaciones de familias y de particulares que resisten a que esta práctica muera. Dicho lo anterior, el proyecto que trabajo trata de averiguar e identificar los símbolos, ideas y significados claves que ayuden a entender e interpretar cómo es que la producción tradicional del pulque, así como quienes lo siguen sosteniendo a través del raspado, su elaboración, consumo y venta en la Sierra del Tigre de Jalisco contribuyen a que continue en esta región sur del estado.