El Grullo, Jalisco, México
En México, las prácticas agroecológicas y de economía circular han crecido como respuesta a la necesidad de preservar el medio ambiente y fortalecer la economía local. Desde hace décadas, comunidades rurales y urbanas han desarrollado huertos comunitarios, tianguis agroecológicos y proyectos de agricultura urbana para fomentar la producción local y el consumo responsable. Estas iniciativas, impulsadas tanto por colectivos ciudadanos como por instituciones académicas, buscan rescatar saberes tradicionales, promover la autosuficiencia alimentaria y generar vínculos comunitarios sólidos.
En el valle de Autlán, El Grullo y El Limón, estas acciones se reflejan en más de 35 huertos familiares, comunitarios y escolares, donde mujeres, estudiantes y campesinos cultivan alimentos saludables y fortalecen el sentido de comunidad. Al mismo tiempo, la agricultura urbana gana espacio en traspatios y azoteas, produciendo alimentos frescos, libres de pesticidas, que son consumidos y distribuidos por quienes los cultivan, reduciendo impactos negativos en su salud.
La economía circular se hace presente mediante prácticas como la composta con residuos orgánicos y el uso de abonos naturales, enriqueciendo el suelo y reduciendo la dependencia de insumos químicos. Los tianguis agroecológicos son otro pilar básico, conectando productores y consumidores: el Tianguis Agroecológico Regional de Autlán, con poco más de un año que dio inicio, se instala en el jardín principal una vez cada mes; y El Tianguis de Productores Regionales dentro del Centro Universitario Costa Sur, en Autlán, con una permanencia de aproximadamente veinte años, conectan a la comunidad con pequeños productores, promoviendo el comercio justo. Por otro lado, actividades que se llevan a cabo en El Limón, dentro del marco del Festival de las Frutas y Semillas Nativas, el cual se lleva a cabo una vez al año, generalmente, a finales del mes de abril, cuando muchos de los frutos silvestres, semillas y diversos productos forestales no maderables se encuentran en pleno apogeo, ofrecen productos frescos y ecológicos, donde se han reunido hasta 40 productores regionales.
No obstante, estas iniciativas enfrentan diversos desafíos. Entre los propios participantes de los tianguis surgen dificultades debido a la falta de organización, comités y reglamentos claros. También se presentan obstáculos con ayuntamientos e instituciones educativas, como trámites burocráticos, poca coordinación y escaso apoyo a largo plazo. Además, la falta de financiamiento y la competencia con productos industriales de bajo costo dificultan la sostenibilidad de estos proyectos. A pesar de ello, la dedicación de las comunidades y su compromiso con la tierra mantienen viva la esperanza de construir una región más sostenible, justa y saludable.


De Dulce López
Conoce más de su trabajo en https://www.dulcemlopez.com/
En conclusión, las iniciativas agroecológicas y de economía circular en Autlán, El Grullo y El Limón reflejan el valor del trabajo colectivo y el compromiso con el medio ambiente. Aunque los desafíos son muchos, el esfuerzo comunitario y la búsqueda de un futuro más justo y sostenible, continúan marcando el camino hacia un desarrollo más consciente y solidario.


Ilustración de Ingrid Leguer