Año 2, número 10

Alonso Sánchez

El interés por captar en imágenes en movimiento y en audio las experiencias de las personas que cohabitan los territorios rurales, campos, ranchos, praderas, llanos, y demás geografías que se pueden encontrar en el territorio mexicano, ha tomado cierta fuerza para la investigación académica. Es decir, ya no solo en lo periodístico o artístico, sino que, la documentación audiovisual ha visto la importancia de convertirse en un producto académico y no una herramienta más. Esto acompañado de la “necesidad de abordar el estudio de los grupos étnicos minoritarios” (Dorotinsky, Levin, Vázquez y Sirión, 2017), así como los grupos vulnerables, y al mismo tiempo los investigadores han captado la intención del Estado por crear una identidad nacional desde las ciencias a la hora de abordar temas que apoyan el imaginario sobre lo que es México. 

En este sentido, se presenta la investigación sobre el “Análisis de la construcción audiovisual de la ruralidad en documentales realizados en el Sur de Jalisco entre los años 1999 y 2023”, la cual pretende responder a la pregunta: “¿De qué manera el análisis y la interpretación de las producciones audiovisuales permiten construir la imagen de la ruralidad en el Sur de Jalisco?”. Para esto se eligieron cuatro productos audiovisuales específicos para analizar sus lenguajes, sus escenarios, paisajes, entrevistados y entrevistadas, y trabajar tanto con los actores sociales que aparecen en los documentales, así como con algunos de los realizadores de estos trabajos, directores, directoras, productores y cineastas. Además de respaldar la teoría desde autores de la antropología visual. 

Fotografía de Hugo Rodríguez

La idea de poder analizar los documentales sobre ¿cómo se está interpretando la realidad de las personas en las zonas rurales? específicamente del Sur de Jalisco, es un reto que emociona y motiva a conducir a la creación documentalista o cinematográfica en estos territorios con una visión más etnográfica y no solo artística. Gabriela Zamorano (2009) habla sobre la intervención de la realidad de los otros a partir de crear documentales donde se les dice a los actores qué hacer, cómo acomodarse frente a cámara, dónde ponerse, a partir de hechos reales de la vida cotidiana. Y con esto hacer saber que un equipo de producción cinematográfica intervino la realidad de las personas que viven día a día y se presenta en un extracto contenido en una película documental de no más de 3 horas. 

Los documentales a trabajar son Del olvido al no me acuerdo (Juan Carlos Rulfo, 1999), Serie documental En el Camino Andamos (Jorge Arturo Martínez Ibarra, 2017), La herencia del Viento (Alejandra Retana, César Camacho y César Hernández, 2019) y Semillas. El legado de la tierra (Fernando Valencia, 2021).