Lizeth Sevilla
El 11 de febrero se conmemora el día de la mujer y la niña en la ciencia, una fecha importante para reflexionar cómo hemos ido construyendo caminar para compartir desde nuestros espacios, cómo nosotras sentipensamos la construcción de conocimiento, desde qué espacios, qué metodologías y qué tránsitos para evitar violencias que la ciencia occidental ha estado acostumbrada a normalizar.


¿Cómo hacemos, por ejemplo, para no fortalecer el saqueo epistemológico, tanto en nuestros espacios de trabajo académico, como los espacios desde donde construimos en conjunto con otros y otras actoras sociales, conocimiento y saber? ¿Cómo hacemos para no propiciar el epistemicidio, cómo desde nuestros espacios de trabajo vamos leyéndonos y citando más el trabajo que realizamos nosotras?
Hoy también es un día importante para reflexionar la forma en que contribuimos para que las niñas de nuestro entorno se acerquen a las ciencias, tomen desde edades tempranas el interés por divulgar el conocimiento que desde sus espacios comparten sobre el mundo.
¿Acompañamos a las niñas a construir un caminar respetuoso y divertido para que se acerquen a las ciencias? Es tiempo de hablar de epistemologías de nosotras, las mujeres, desde los feminismos que nos arropan a todas. El conocimiento que construimos nosotras viene con una carga cultural, de cuidados, reflexiones muy importantes, de procesos éticos, sororos que poco a poco se han ido visibilizando. Hemos buscado construir espacios para ser leídas, para ser escuchadas, repensamos las ciencias, cuestionamos las bases teóricas, proponemos.
En Teocintle. Gaceta Agroecológica: estamos convencidas de que el conocimiento es intergeneracional, por lo que, desde hace poco más de dos años, hemos trabajado felices para divulgar cómo conciben su entorno, las niñas y los niños, pero, sobre todo, hemos buscado que las niñas tengan más representación.


Todas tenemos un gran compromiso con ellas, las niñas que vienen también construyendo un caminar en conjunto con nosotras.