Año 2, Número 7.

Adolfo Ocampo Guzmán

Dentro de los sistemas agroecológicos resalta la Milpa Intercalada con Árboles Frutales – Diversificada (MIAF-D), que consiste en diversificar el sistema milpa con frijol, calabaza, frutales, hortalizas, especias y plantas medicinales. La preparación del terreno se realiza utilizando el “aparato A” para definir las curvas de nivel en donde se sembrarán los árboles frutales, el establecimiento de filtros para la retención de suelo y agua, y la orientación que deberá tener la milpa y los cultivos de ciclo corto, que se van rotando entre los camellones en cada ciclo productivo. 

El MIAF-D es un sistema que a partir del manejo y las prácticas que incluye contribuye a la sostenibilidad ambiental con procesos productivos amigables con la biodiversidad. La práctica de este sistema se traduce en mejores rendimientos y así mismo, mayor diversidad de especies en la parcela que significa una inmediata mejora alimenticia para la población. Además, el sistema permite obtener productos todo el año a partir de la estacionalidad propia de la diversidad de cultivos que existen en la parcela (se han contabilizado más de 60 especies en parcelas menores a una hectárea), ello provoca que los productores tengan trabajo todo el año evitando la migración temporal.

En el sistema MIAF-D destaca la participación de la familia en las actividades culturales de la parcela. Las familias organizan el trabajo en función del número de integrantes de esta, de ahí que participen mujeres, niños, jóvenes y adultos.

En Aldama, el sistema MIAF-D comenzó en el 2018 con la colaboración de PROASUS y se ha fortalecido con la intervención del Proyecto “Transición agroecológica en la agricultura de pequeña escala en tres regiones agrícolas de México”. La adopción por parte de los productores se dio a partir del conocimiento de campesino a campesino basado en la práctica y la evidencia empírica, que los mismo productores van generando cuando trabajan el sistema. Lo anterior permitió el establecimiento del sistema en el ejido de Nuevo México en Villaflores y el ejido Francisco I Madero en Cintalapa. De ahí, que cada vez se dispone de mayor evidencia de que se han mejorado las unidades productivas de las familias participantes, permitiendo la generación de alimentos en diferentes épocas, así como de algunos excedentes para los mercados de corto recorrido. 

El sistema se ha mejorado con la elaboración de bio insumos, lombricomposta, lixiviado de lombrices californianas, uso de microorganismos de montaña e instalación de pequeñas obras de riego que ha permitido la producción diversificada de hortalizas, incluso durante la época de estiaje.

Además, se han realizado los concursos de la Mejor Parcela MIAF-D que tienen como propósito impulsar e incentivar los procesos de transición agroecológica en las comunidades rurales a partir del despliegue de las habilidades, capacidades y creatividad de las y los productores en el trabajo, manejo y cuidado de sus parcelas que contribuye a mejorar las prácticas, los productos y las relaciones de cooperación y colaboración que se generan a partir del Sistema multiobjetivo MIAF-D. 

En este sentido, con el concurso se difunde el sistema MIAF-D para fomentar y acelerar su escalamiento a un mayor número de unidades de producción en el territorio. Así mismo, a través de estas actividades se vinculan a los productores entre ellos y con otros actores de la sociedad como la universidad, estudiantes y docentes, organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general.