Año 2, número 10

Autora: Elisa Alejandra Martínez Rubio

El trabajo de las mujeres campesinas y de la agricultura comercial es muy importante para sostener y reproducir la vida. A pesar de la importancia que el trabajo de las mujeres tiene, éste no ha sido reconocido de la misma manera que el trabajo que hacen los hombres. Durante mucho tiempo las mujeres que trabajaban en el campo, tanto en sus propias tierras como para otras personas, no recibían un pago. En México, cada vez son más las mujeres que trabajan en los campos por un salario. A pesar de ello, en muchos de los casos el pago y el trato no es el mismo que el de los hombres. Estas diferencias han sido justificadas argumentando que los hombres y las mujeres tienen distintas habilidades y capacidades por nacimiento, lo que genera importantes desigualdades que van más allá del trabajo.

Fotografía de Hugo Rodrígez

En los hogares, fuera del trabajo, también están estas diferencias. Por ejemplo, con el trabajo de la casa y del cuidado. Las mujeres son vistas por la sociedad como las principales responsables de estas actividades. Esto hace que el trabajo de las mujeres sea más pesado y las jornadas más largas. Lo que se dificulta todavía más cuando se carece de servicios públicos, educativos y de cuidado. También según las condiciones que las mujeres tengan en su trabajo asalariado.

En los últimos 20 años, en Zapotlán el Grande y sus alrededores han crecido los invernaderos de berries. Con ello, muchas mujeres de la zona y de otros estados han encontrado trabajo. A pesar de que las mujeres trabajan igual que los hombres, para ellas ha sido complicado hacer compatible el trabajo del hogar y el trabajo en el invernadero debido a las desigualdades que continúan. Tanto las mujeres de la zona como las mujeres migrantes que trabajan en los invernaderos se enfrentan al problema de realizar su trabajo y el cuidado de las y los pequeños. Para resolver esta situación las trabajadoras tejen relaciones con madres, hermanas, suegras o vecinas. A veces con pago y a veces sin pago, son otras mujeres quienes son un apoyo para el cuidado de las y los hijos de las trabajadoras. 

Esto es importante porque nos permite ver que siguen existiendo desigualdades entre hombres y mujeres, tanto en el trabajo de los invernaderos como fuera de él. Es por esta razón que actualmente me encuentro haciendo un trabajo para entender cómo se relacionan las condiciones que las mujeres tienen en los invernaderos de berries con las actividades que las mujeres hacen en sus hogares. Es importante hacer ver la carga que siguen llevando sobre sus hombros y las formas en las que resuelven el día a día.