Mayra Anahí Fregoso Corona y Carlos Iván Chávez González
(miembros de la Red Alternativa Solidaria RASol)
La Red Alternativa Solidaria tiene su inicio a partir de acuerdos tomados por algunos integrantes de la Red de Alternativas Sustentables Agropecuarias de Jalisco RASA, en un evento en 2008, acerca de la manera en que se lograría la sustentabilidad en el campo y la ciudad. Estos acuerdos se concretaron con la realización del Primer Encuentro de Agricultura Urbana y Ecotecnias, que se realizó el 29 de febrero de 2009, en Tonalá, Jalisco, donde se intercambiaron experiencias y perspectivas en estos temas, y se ofrecieron productos agroecológicos y artesanales elaborados por las y los participantes. Tomándose como acuerdo aquí, crear la “Red de Agricultura Urbana y Ecotecnias”.
En este participaron diferentes grupos que practicaban la agricultura urbana en distintas partes de la ciudad de Guadalajara, entre los que se encontraba el Colectivo Tonalá, El Edén Orgánico, de la Colonia Lomas del Paraíso (Guadalajara), los vecinos de la Colonia el Valle del Sol, como parte de la organización Valle de la Democracia A.C., los Grupos de Desarrollo Comunitario promovidos por el DIF Jalisco, de las Colonias Guadalupana y Severiana, estos últimos 3 de Tonalá, entre otras iniciativas individuales y colectivas del AMG. A este evento también acudieron grupos de campesinos de distintos municipios de Jalisco y Nayarit, interesados en acercarse a prácticas alternativas para la agricultura.
Posteriormente se realizaron 3 encuentros más de este tipo en distintas partes de la ciudad, donde se encontraban las prácticas de los diversos grupos, para a partir del cuarto y hasta el 13vo encuentro, el movimiento evolucionó para estos espacios ser “Encuentros Urbano Campesinos de Agricultura Alternativa”, pues desde el primero, participaron productores rurales buscando alternativas para mejorar las condiciones de vida de sus familias y comunidades. Realizándose alternadamente uno en la ciudad y otro en el campo.
En estos espacios los campesinos mencionaban recurrentemente que “un gran obstáculo para la producción orgánica o agroecológica de alimentos era que había escasos espacios para comercializar sus productos, si los hubiera sería más sencillo tomar las alternativas”; entonces se comenzó a generar una sintonía con las personas de la ciudad, y se mencionaba la necesidad de crear organización para consumir estos alimentos, complementando la necesidad de los habitantes urbanos de consumir alimentos sanos.
Ante estas fuertes inquietudes, fue como en 2013, esta Red se transformó en lo que sería de ahí en adelante, “la Red Alternativa Solidaria, RASol”. Conformada por los diversos grupos de agricultores urbanos de la ciudad de Guadalajara, que habían formado parte de este movimiento desde el inicio, grupos de productores (as) campesinos del Sur de Jalisco, el Colectivo Tonalá, Edén Orgánico, Central Única de Trabajadores CUT, la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas UACI, de la Universidad de Guadalajara, ECOCuexco y la Escuela Campesina de Occidente.
En este emprendimiento de Red convergieron colectivamente visiones como la de ser un espacio de coincidencia basado en una estructura socialmente equitativa, democrática, horizontal, solidaria, y autosuficiente para la producción, comercialización y distribución de alimentos sanos en el marco de la economía social, impulsando procesos para la soberanía alimentaria. Estableciéndose 4 líneas específicas de la red, que son la producción, comercialización, vinculación y distribución. En la que se le pague lo justo por la producción agroecológica a las familias campesinas y en las ciudades se pueda tener acceso a los alimentos sanos de manera amplia,sin distinguir estratos económicos de la sociedad.
Se comenzó haciendo conexión con los productores (as) que realizaban producción agroecológica en comunidades indígenas y campesinas de Jalisco y con diferentes espacios de consumidores (as) en la ciudad de Guadalajara, donde se distribuirían los productos de estos, con la modalidad de “Canastas Solidarias”. Se entregaban una vez al mes entre los trabajadores de la UACI, a la par se apoyó la creación de un espacio fijo de venta, que se denomina “Cooperativa de Mujeres Flor de Luna”, que actualmente opera con total autonomía, con un número creciente de familias consumidoras. Estos 2 espacios fueron desde el inicio, puntos de distribución de una gran variedad de productos.
Al mismo tiempo, se conectó con otros proyectos de distribución emergentes, manejando precios de mayoreo. De esta manera se continuó vinculado con nuevos espacios y entregando posteriormente las canastas solidarias cada 15 días en la UACI. Posteriormente se realizaban las canastas en un espacio denominado “La Casa de las Organizaciones”, conformada por diversos grupos con los que compartimos objetivos en común. Se usaba la aplicación de whatsapp para la realización de pedidos, de la cual se generó una base de datos y la constante comunicación con los consumidores.
Estructura y dinámica de trabajo actual
La red se compone por las familias productoras, los nodos de distribución, las familias consumidoras y un equipo central coordinador compuesto por la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas UACI-UdeG, la Escuela Campesina de Educación Popular y Alternativas Sustentables EDUPAS y miembros de colectivos urbanos como el Colectivo Tonalá y el Huerto Comunitario el Tlacuache de Huentitán, que aportan su trabajo voluntariamente.
Los productos que manejamos son de producción orgánica con certificación internacional, de certificación participativa, otros considerados “agroecológicos”, que no utilizan ningún agroquímico pero no se alinean a la legislación en “productos orgánicos como tal, pero aprobados por la red, así como otros que se encuentran en proceso de transición agroecológica.
Con el fin de mejorar el alcance y operatividad de la red, en 2021 y 2022, se implementó un cambio de estrategia de distribución, haciéndose a manera de “Nodos de distribución y consumo”,como aprendizaje de procesos de este tipo en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Con apoyo de uno de los integrantes de “El Almacen de Pachapapa” https://pachapapa.online/#!/-inicio/. El cual les ha dado muy buenos resultados.
Actualmente contamos con 11 nodos en diferentes zonas del Área Metropolitana de Guadalajara, Ciudad Guzmán, Tapalpa y la Ciudad de Colima, en donde acercamos los productos a precio justo, sanos y frescos. Además, de manera adicional se hace la distribución otros diferentes medios: entregas personales, participación en mercados alternativos, ventas de mayoreo y trueques entre productores.
Tenemos una lista de más de 20 familias productoras que abastecen a la red de diversos productos que van desde frutas y verduras de temporada, productos transformados y envasados, alimentos de panadería y maíz, productos de higiene personal elaborados artesanalmente, miel y sus derivados, entre otros, de los cuales la mayoría viene de localidades vecinas, región sur de Jalisco y Colima .
En esta nueva etapa de RASol las estructuras organizativas y dinámicas de trabajo se focalizaron en los pedidos por medio de canastas cada 15 dias tambien, pero ahora bajo un esquema de un formulario de Google, el cual ha facilitado recabar los pedidos y tener esa base de datos más actualizada y con información más certera, apoyo de las redes sociales en Instagram y Facebook https://www.facebook.com/redalternativasolidaria/, https://instagram.com/redalternativasolidaria?igshid=NDk5N2NlZjQ=, estrategias que ayudaron a tener un incrementó en la cantidad de pedidos, que a la vez sumó una labor mayor en la logística y actividades operativas de la red.
Retos y agenda pendiente
En lo organización y operatividad
Considerando la suma de los productores, la diversidad de productos y la logística que implica la recolección de productos y su distribución, manteniendo la calidad que se requiere, sin dejar de lado las realidades de cada familia productora, la operación exige constantemente mejorar nuestra organización para ofrecer un mejor servicio a los consumidores. Tomando en cuenta que la operatividad de RASol se sostiene por el voluntariado, significa un reto aún mayor; que implica establecer nuevas estrategias operativas y organizativas, considerando establecer alianzas con las redes que trabajan en la soberanía alimentaria en la región.
Constantemente buscamos que las voces y participación de los productores y consumidores sean una guía para que podamos ir fijando el camino de trabajo y atender debidamente las necesidades. Así es como los productores y productoras nos comentan que estar dentro de la Red les motiva a mejorar sus cultivos y les parece que se les da un gran apoyo al comercializar sus productos, y así, ellos nos brindan el apoyo que está en sus manos para poder seguir avanzando y creciendo. A la vez, las y los consumidores nos expresan sus necesidades, perspectivas y visiones, para procurar cumplir con ellas, dentro de este sueño de sustentabilidad.
En lo educativo
Trabajamos en fortalecer líneas educativas hacia las familias consumidoras como con las productoras. Pues vemos que uno de los retos fundamentales es promover de manera importante un cambio en la cultura de consumo en las ciudades y por otro lado, se de mejor conexión entre personas productoras y consumidoras. Para ello queremos, además del uso de diversos medios, procurar más el encuentro entre productores y consumidores; donde bidireccionalmente se reflexione el valor de la producción y alimentación sana, el trabajo del campo, cuidado ambiental, economía social y solidaria, etc. Lo consideramos importante en la creación de lazos solidarios y empáticos, que fortalezcan las conexiones de red y el camino hacia la soberanía alimentaria.
A la vez, consolidar más ampliamente en la Red, los procesos de formación agroecológica que se dan a través de la Escuela Campesina EDUPAS y el acompañamiento técnico directo al lado de las y los productores, que ayude a consolidar y agilizar las producciones y los procesos de transición a la agroecología.
En lo económico
La sostenibilidad de la red debe basarse en sus fuerzas propias capaces de mantenerse. Por ello es necesario que más allá del voluntariado, se de una colaboración retributiva en la labor operativa central, que pueda hacer posible un trabajo más constante y dedicado por parte de sus miembros y así lograr mayores alcances.
Nuestra dinámica presente y futura debe asegurar siempre un pago justo a los productores (as), a la vez que los consumidores (as) reciban frescos sus alimentos, a un precio accesible para la mayor parte de la población.
Para lograr esto debemos aumentar la distribución al mayor alcance posible, mejorar y adecuar nuestro equipamiento e infraestructura y trabajar con producciones lo más locales posibles para reducir los costos de traslado de los alimentos.