Año 2, Número 7.

Isaac Caballero Salinas

¿Por qué acepté trabajar con prácticas agroecológicas? Porque cada vez se ven más enfermedades causadas por los agroquímicos que son usados en todos los productos que consumimos. Además, las tierras de cultivo cada año son más infértiles por el daño causado por estos productos. Al incorporar las prácticas agroecológicas a nuestro sistema de trabajo nos beneficia mucho a nuestra salud y a la de nuestra familia al poder consumir algunos productos libres de químicos.

Aunque la implementación de la agroecología no ha sido fácil por la forma en la que anteriormente se trabajaba con el monocultivo. Pero cada año vemos los cambios y los resultados positivos en nuestras cosechas y tierras, y eso motiva a seguir realizando las prácticas agroecológicas, ya que el concepto de agroecología no es muy conocido por esta zona (Ejido Francisco I Madero, municipio de Cintalapa, Chiapas) y muchos trabajan la tierra de manera inconsciente del daño que se hacen ellos y a la tierra.

A través de esta práctica hemos podido aprovechar mejor nuestra tierra al incorporar varios cultivos a la vez sin dejar de producir todo el año, aprovechando los recursos con los que contamos en nuestra parcela incorporando la mayor cantidad posible de la materia orgánica a nuestra tierra como son los rastrojos de los cultivos que antes se quemaban, el estiércol de vaca y lixiviados de lombrices californianas. 

Todo lo anterior se ha podido lograr gracias a las capacitaciones, talleres y experiencias con otros campesinos que realizan prácticas agroecológicas. Así hemos podido ser más eficientes en nuestro trabajo, y nos ha traído beneficios para nuestra salud y bienestar familiar. 

Una de las recomendaciones que puedo dar desde mi experiencia es seguir divulgando y enseñando los beneficios de la práctica de la agroecología a las generaciones futuras y a los demás campesinos, ya que muchos conocimientos y enseñanzas se están perdiendo con el pasar de los años.