Jesús Elías Moctezuma
Lenni Elías Fránquez

En nuestra familia, y en Coapan, somos productores de maíz de húmedo o también llamado “raza Jala”. La historia de sembrar este maíz se viene pasando de padres a hijos, así como las semillas.

Soy originario de Coapan, todo el tiempo he vivido aquí, de la agricultura. Antes trabajaba en las siembras de mi apá, con él en el monte y con los animalitos que siempre hemos tenido, pero desde hace unos doce años he empezado a trabajar el maíz raza Jala por mi cuenta y con mi propia familia. La semilla me la pasó mi apá. Fue él quien desde un inicio me prestó, me regaló la semilla y desde ahí he conservado mi semilla. Maíz de húmedo.

Desde que se abrió el concurso del elote en Jala, en el municipio, yo creo por ahí en 1982 si la memoria no me falla, desde entonces para acá. Él [don Ignacio Elías] año con año ha sembrado y trabajado el maíz este raza Jala. Como nosotros, él todavía se dedica a la agricultura y al maíz de húmedo y a los animales [vacas y caballos].

Me fui un tiempo a Estados Unidos pero no me gustó y me regresé, acá, a seguir sembrando y trabajando en el campo. En 2019 fui ganador del “Concurso del Elote más grande del mundo”, con una longitud de 43 cm de grano a grano; también, en diciembre de ese mismo año fui ganador del “Concurso de la Mazorca más grande del mundo” con una mazorca de 39.5 cm de largo de grano a grano.

Lo primero que se necesita para empezar a trabajar el maíz es preparar la tierra para conservar su humedad… Nosotros aquí en la comunidad hemos sembrado a finales de marzo o principios de abril. El modo de siembra es más o menos parecido, con la remuda, con el arado… y a la vuelta y vuelta… Luego, trabajar y esperar que las humedad aguante a las primeras lluvias por ahí como a mediados de junio; con las primeras lluvias empieza a desarrollarse más bien la milpa. Alrededor de cinco meses para que haiga ya elotes…

Hay de parcelas a parcelas…, en la mía como le pega menos el sol pues tarda más en secarse la milpa. Cuando ya cosechamos las mazorcas, hacemos monos de hoja y aguantar a que se seque bien, para ya que está bien seca poderla moler y usarla como alimento para las vacas, como rastrojo.

El año pasado [2021], mi hijo Lenni tenía la inquietud de participar en el concurso. Preguntamos cómo se podía registrar y ese año ganó el tercer lugar, convirtiendose en el guardian del maíz de húmedo más joven, de Coapan y de Jala.

“Juimos a ver si nos daban permiso que si me podía inscribir y sí. Si me dijeron que sí me podía inscribir… dije a lo mejor con esta mazorca, bien puedo ganar”.

A sus ahora once años, a Lenni le gusta trabajar la tierra y el maíz de húmedo. Por las mañanas va a la escuela, como cualquier otro niño de Coapan, pero saliendo, cambia la mochila y los cuadernos por la parcela y la milpa, los animales y el campo:

“Me gustó hacerlo, de ver a mi papá y a mi abuelito . Ver como sembraban este maíz. Yo iba a cuidarla que no le llegaran los animales y se la comieran los jabalines, los tejones… yo era el más chiquito de todos los que participamos en el concurso”.

En su primera participación en los concursos, el año 2021 obtuvo el tercer lugar con un elote de 41 cm de grano a grano. Ese mismo año, en diciembre, ganó el primer lugar del “Concurso de la Mazorca más grande” con un promedio de 40 cm de grano a grano. En 2022 vuelve a repetir tercer lugar en el “Concurso del elote más grande del mundo”, con un elote de 41 cm de longitud.

Como familia hemos venido aprendiendo y avanzando en la transición agroecológica tanto en el solar como en el “Rincón de los jalomos”, la parcela demostrativa experimental donde paso a paso venimos trabajando con la Universidad Autónoma de Nayarit y el Cuerpo Académico Actores Sociales y Desarrollo Comunitario en procesos de Agroecología y Soberanía Alimentaria. Agradecer al Dr. Jesús Madera y Dago por este acompañamiento a los proyectos de investigación. Gracias por todo el apoyo, personal y comunitario. Gracias por todos los talleres, reuniones, visitas, capacitaciones, composta, lombricomposta, insumos orgánicos, semillas, intercambio de saberes, asesorías, herramienta, etc.

Gracias por todo su respaldo, porque vienen trabajando también con toda la comunidad: mujeres, jóvenes y niños. Sigamos cuidando nuestro maíz nativo, porque es cuidar nuestra soberanía alimentaria y la salud. El secreto es sembrar. Esperar la fecha, preparar la tierra y, a sembrar… es lo que hacemos. Vámonos a trabajar!!