Año 2, número 10

Autora: María del Rosario López Solano

Las comunidades de “arvenses” mejor conocidas como malezas, con seguridad siempre están presentes en las parcelas de cultivo,  son una parte más, y no menos importante dentro del agroecosistema, compuesto por una gran diversidad de elementos que lo enriquecen, tales como las hortalizas, cereales, frutales, insectos, microorganismos, nuestro suelo y por su puesto arvenses, todos estos factores están relacionados íntimamente entre sí y actúan como una comunidad formando una unidad integral.

Fotografía de Hugo Rodríguez

Dentro de las parcelas agroecológicas, el manejo de arvenses es una actividad basada en la selección de plantas silvestres nobles, con capacidad alimenticia, medicinal y de uso forrajero, con el objetivo principal de conservar uno de nuestros recursos fundamentales para la producción “el suelo.” Además, a lo largo del tiempo en el territorio Mexicano y en la región Sur de Jalisco, la recolección de arvenses ha funcionado como un recurso alternativo altamente nutritivo, en la dieta de las comunidades rurales, su potencial alimenticio se le atribuye a su excelente comportamiento como extractoras de nutrientes que se encuentran a nivel del subsuelo. Por lo anterior no es de extrañar que solo 100 gramos de semillas de amaranto (Amarantáceas), nabo silvestre (Brassicas) o cenizos (Quenopodiáceas) aporten suficientes vitaminas A y C, así como riboflavina y tiamina que satisfacen perfectamente la cantidad diaria recomendada para una persona, otro caso muy conocido es el uso de epazote (Dysphania ambrosioides) en los frijoles negros que se sirven en las mesas de las familias jaliscienses que contiene importantes cantidades de hierro.   

La recolección de estos alimentos no cultivados se ha logrado gracias al  conocimiento ancestral y de muchos años, formando parte del patrimonio cultural de los habitantes de la región, es de gran valor cultural e intelectual ya que para la obtención de dichas plantas, las y los recolectores debe tener conocimiento detallado del lugar en el que crecen, las temporadas y las formas de preparación conocimientos que generalmente se convierten en recetas culinarias. 

Las arvenses comestibles también llamadas quelites, generalmente se consumen en fresco, cuando la planta esta tierna seleccionan ramas y retoños, el factor que define la disponibilidad de aquellos que se recolectan depende de la temporada de lluvias en la región y por lo tanto se consumen sólo durante una corta temporada del año, lo ideal sería cultivarlos dentro de la parcela para ampliar su periodo de aprovechamiento. 

Algunas de las técnicas de conservación en donde la temporada de aprovechamiento de estas arvenses es limitada a una época del año, las mujeres realizan preparaciones como la salmuera para poder consumirlos cuando no están disponibles, todas las formas de preparación y recetas son variadas e incluyen la combinación de dos o más especies, son métodos de transformación que aumentan su digestibilidad, palatabilidad y además eliminan sustancias tóxica que se evita en primera instancia al consumirlos tiernos.

Receta Salmuera mexicana en molcajete

Ingredientes:

  • Arvenses de nuestra parcela o traspatio: Pueden incluir una variedad de hierbas y vegetales silvestres, como epazote, verdolagas, quintoniles, quelite blanco, cenizos, malvas tiernas, etc.
  • Tomate rojo: Aporta acidez y un toque de dulzor a la preparación.
  • Chiles frescos o secos: Para darle un toque picante. 
  • Ajo y cebolla: Aportan sabores adicionales y de casa a la mezcla.
  • Sal y pimienta.

Preparación:

Una vez recolectadas, lava bien tus arvenses para retirar restos de tierra, retira hojas, tallos gruesos o dañados.

En un molcajete, machaca las hojas y tallos de tus arvenses e incorpora el tomate, chiles, ajo, cebolla y aquí tú puedes dejar fluir tu esencia ancestral. La textura de esta mezcla la decides tú, fácil de identificar tus ingredientes o homogénea.

Cocina por unos minutos, coloca la mezcla del molcajete a un sartén caliente y cocina a fuego medio, remueve para incorporar sabores hasta que a simple vista identifiques la cocción ideal.

Añade sal y pimienta al gusto. 

De la vista nace el amor, sirve tu platillo de arvenses como un acompañante a otro guiso o disfruta solos de su sabor, acompañados de tortillas de maíz.

Te recomendamos usar una olla de barro para tu preparación y recuerda usar el molcajete así las hierbas liberarán los aceites esenciales y obtendrás una mezcla sabrosa.